domingo, 8 de febrero de 2015

La Fe En El Rock'n'roll

No hace mucho alguien me comentaba que había perdido un poco la fe en el rock'n'roll. Había asistido a algunos conciertos que le habían dejado frío y no encontraba, me decía, ninguna banda que de verdad se le instalara en su interior como lo solían hacer aquellos grupos de su adolescencia y juventud. Yo a lo mejor por pura necesidad, estaba en total desacuerdo con esa manera tan pesimista de ver la actualidad musical, continuamente están saliendo nuevas bandas que, en mayor o en menor medida, me están alegrando la vida y le comenté, conocedor de su total ignorancia sobre nuestros grupos más cercanos: "A lo mejor la solución la tienes más cerca de lo que crees". Estuvimos hablando de varios de nuestros nombres emergentes, por sus gustos amplios y eclécticos le insistí en que tratara de descubrir formaciones como Booty Hunters, Tears In Rain o Saturna, todas ellas de nuestra ciudad, y le conminé a que hiciera acto de presencia en el show que Schizophrenic Spacers iban a dar en la sala Rocksound el día 7 de Febrero, en el que encima, le dije, grabaran un disco en directo: "Seguro que sales de allí alucinando y con el magnífico nuevo álbum de la banda bajo en brazo". Al final no hizo acto de presencia y me acordé de él, palabra que lo hice, porque durante las dos horas que duró el concierto, era imposible no renovar tu fe en esto del rock'n'roll. Tras el show hablé poco con los protagonistas, pero imagino que quedarían muy contentos con una noche que sin duda quedará grabada a fuego en todos los que de una forma u otra pertenecemos al entorno rockero de la ciudad. Una sala a reventar, un ambiente cálido, expectante, curioso y excitado, y una banda literalmente dándolo todo sobre el único escenario en toda Barcelona que programa rock'n'roll todas las putas semanas del año. Al contrario que ese conocido al que no tuve la habilidad de convencer para que se diera cuenta de que si se podía confiar todavía en nuestras bandas, todos los allí presentes sabíamos del talento y poderío de los Spacers sobre las tablas. He tenido el privilegio de haberlos podido disfrutar en multitud de ocasiones, teloneando a estrellas internacionales ("Sergio is like Paul Rodgers" me dijo una vez Kevn Kinney de Drivin'n'Cryin´), liderando sus propias movidas, en noches tributos que han acabado en juergas etílicas considerables... pero en esta ocasión, quizás sugestionado por la ocasión especial de la grabación de ese futuro esplendoroso live álbum, disfruté como nunca. Verlos es como un viaje por las seis décadas de vida del rock'n'roll, mientras revientan sus excelsas composiciones intuyes las inacabables influencias de cuatro tipos que ante todo son fans, pero cuando se dedican a versionear a sus héroes es cuando viajas en el tiempo. Ya sean Thin Lizzy, Rufus Thomas, Alice Cooper, The Who o Humble Pie (por lo menos a mi su cover me suena a la de los Pie), los guiños a todos esos artistas imperecederos son constantes, una frase de Robert Johnson aquí, un vistazo a Sly And The Family Stone allá, un recuerdo a Lone Star por el otro lado... en defintiva, solo rock'n'roll y ellos lo escenifican mejor que nadie. Supongo que cada uno tendrá su momento preferido de la noche, para mí toda la velada estuvo cargada de pura electricidad, pero cierto es que hubo instantes especiales ¿Los míos? La interpretación de "Witches From The Western World", uno de mis temas favoritos de los últimos años. La fusión banda/público durante el delirio de "Walkin´The Dog". El homenaje a los melómanos que somos todos en "Collector". El ataque despiadado de "Vincent The Cat", otro de esos temas increíbles que poseen. La apoteosis dramática de un "Won't Get Fooled Again" histérico. La épica que imprimen a ese gran clásico propio llamado "Sick Minds". O ese momento estelar cuando Dani "Rusty" Hunter se une de nuevo a sus antiguos compañeros  para la interpretación de esa inmortal "I Don't Need No Doctor".
De vuelta a casa intentaba recordar si tenía o no algún medio de contactar con ese conocido desencantado de todo que me llegó a decir que casi prefería asistir a cualquier concierto tributo que tirar el dinero en bandas que no le dicen nada. "En el rock ya está todo dicho, tío". Pues no, mientras tengamos a gente con ganas de hacer cosas (y esto lo hago extensible a músicos, periodistas, promotores, salas y por supuesto fans), nuestra fe en el rock'n'roll ha de seguir hacía adelante.
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lunes, 20 de octubre de 2014

Quien tuvo, retuvo

Andan estos primeros días de otoño muy revueltos en cuanto a conciertos se refiere. La oferta no es que sea amplia, es que es inabarcable, y si como yo, tus gustos no se reducen tan sólo a un par de estilos, escoger entre tantísimas giras es una tarea complicada. Se trata de cuadrar tu economía con aquellos conciertos que para ti son de asistencia obligada, y entre los cuatro o cinco seguros brillaba uno con luz própia, The Dictators, los putos Dictators.
Cierto es que hace tiempo que el gran cerebro compositor no está con ellos, Andy Shernoff y su bajo dejaron de girar, y con él se perdió irremediablemente una parte básica e indispensable del combo neoyorquino. Tampoco Scott "Top Ten" Kempner ocupa su lugar en el lado derecho del escenario, su flamígera guitarra escupe riffs ahora en The Del Lords y no nos vamos a engañar, también lo echamos de menos, pero amigos mientras Handsome Dick Manitoba se suba a un escenario teniendo a su lado a Ross The Boss, Dictators va a seguir dando lecciones de rock´n´roll allí por donde pasen.
Lo vivido la pasada noche en la sala Bikini de Barcelona, es ni más ni menos lo mismo que vivimos tiempo atrás en lugares como Savannah, Garatge Club o el Serie Z, la demostración de que estos animales de escenario son una de las mejores bandas de rock´n´roll de todos los tiempos. Así de claro. Podemos seguir lamentándonos de que algunos de sus miembros fundadores ya no estén con ellos, pero cuando tienes a Daniel Rey, JP Thunderbolt Patterson (que con los años que lleva en nomina ha de ser considerado un Dictador más) y a ese ultra heavy bajista llamado Dean Rispler, atacando clásico tras clásico con esa clase y actitud, no tienes más que quitarte el sombrero.
Le comentaba a alguien a la salida que son un valor seguro, que es muy complicado que puedas salir decepcionado de un concierto de esta gente, y a pesar de que alguien se quejó y con razón, de ser demasiado corto (poco más de una hora), sólo vi rostros de felicidad y comentarios  que iban del más puro entusiasmo del que los había visto por primera vez, hasta palabras donde se reivindicaba una vez más su poderoso legado.
Faltaron muchas, lógico teniendo el repertorio que tienen, todos citábamos algún titulo que nos habría gustado escuchar, pero quien más quien menos tuvo su momento especial ¿El mio? Varios, me quedaría con el comienzo a tumba abierta con "New York, New York", el desatado desenfreno de ese puto himno llamado "Who Will Save Rock´n´Roll'", el mágico instante en el que Manitoba se funde con su público al ritmo de "Baby Let´s Twist", ver a las primeras filas desgañitarse con el estribillo de "The Party Starts Now", la contundencia sin limites de "Minnesota Strip" y sobre todo esos bises con "Two Tub Man" y un "Stay With Me" coreada y bailada por todo el personal con auténtica devoción. Rizando el rizo y a pesar de que los covers de Flamin´Groovies ("Slow Death") y MC5 ("Kick Out The Jams") sonaron de muerte, hubiera preferido que los hubieran sacrificado y en su lugar hubieran atacado algunas joyas más de su eterno repertorio. ¿"Loyola"? ¿"Exposed"? ¿"I´Am Right"? Eso hubiera estado muy bien, pero no nos quejemos, Dictators siguen en la brecha, pateando estómagos, reventando cabezas, y podemos seguir confiando ciegamente en que si llegan a tu ciudad, con toda seguridad la van a poner del revés a base del mejor puto rock´n´roll que se ha parido jamás.
Hoy más que nunca Dictators Forever, Forever Dictators.

sábado, 22 de marzo de 2014

Se van como señores

Ya hace un tiempo que saltó la noticia, Motley Crue se van, lo dejan, finalizan su carrera ahora que han alcanzado ese estatus que sólo consiguen los más grandes, el de ser considerados una banda clásica, el de estar al margen de modas o escenas, el de situarse por encima del bien y del mal. Después de pasar por todo, desde un infierno de drogas, sexo, muertes y por supuesto, por un éxito sin precedentes, era hora según ellos mismos de separarse. Ahora que están en su mejor momento, los cuatro miembros originales como cuando empezaron al principio, unidos como hermanos, tras pasar unas relaciones internas que han sido como una montaña rusa en estos veinticinco años juntos. 
Y lo han hecho como señores, en una rueda de prensa en la que ante un notario y abogados firmaban unos documentos en los que se comprometían a que este era el final de la banda, sin posibilidad a supuestos comebacks ni giras de reunión, ya ha habido suficientes grupos que le han tomado el pelo a sus fans con "giras de despedida" que al final, tras una buena oferta económica, se han quedado en nada, y no voy a citar nombres. Dos años de carretera les esperan, en ese tiempo pretenden despedirse de sus seguidores sobre los escenarios de todo el mundo y desean que todo el que quiera se lo pueda pèrmitir, y para ello está confirmado que en la gira americana los tickets no superaran los veinte dolares, lo dicho, como señores.
Ahora que lo dejan es inevitable dar un repaso y recordar esos momentos vividos con su música, no me duele reconocer que son uno de los grupos de mi vida, como no iba a serlo si mi primer acercamiento a Sixx y compañía fue siendo un tierno adolescente y vi la impactante doble portada de "Shout At The Devil". El pentagrama marcado sobre esa carátula negra ya impresionaba, pero cuando abrías aquella gloriosa portada alucinabas al ver cuatro tipos de cuero negro con más maquillaje que Bette Davis en "¿Que Fué De Baby Jane? y con un aura aterradora, sobretodo en el caso de Mick Mars que daba auténtico miedo. Lo que encontrabas dentro rubricaba esa imagen apocalíptica, desde el matador riff de "Looks That Kill" hasta el himno "Shout At The Devil", pasando por esa oda a las calles de L.A. titulada muy acertadamente "Danger" o temazos medio hard, medio punk, medio heavy como "Bastard", "Red Hot", "Too Young To Fall In Love" o esa tremenda "Ten Seconds To Love", una obra maestra que vendió millones y que amigos míos, inspiró el nombre de este humilde blog. 
Más tarde descubrí su guarrísimo debut y acabé de enamorarme hasta el tuétano con discos que me acompañaran siempre, como "Theatre Of Pain", "Girls, Girls, Girls" o aquel aplastante "Dr. Feelgood". 
Pude verlos en Londres y poco más tarde en Zaragoza, ya habían pasado por todo, desde el estrellato exagerado de los ochenta hasta la travesía en el desierto de los años del grunge, habían sobrevivido a todo y a todos, y ahí estaban los cuatro originales en una gira de éxitos apoyando la edición de la compilación "Red, White And Crue". Aquello fue un sueño hecho realidad, la misma sensación que tuve cuando pude ver a Jerry Lee Lewis, John Fogerty, Tom Petty o Kiss con Ace y Peter, sentí cuando aquellas cuatro bestias en un perfecto estado de forma y rodeado de llamas se materializaron ante mi atacando "Shout At The Devil", los putos Crue, los mismos que temía que acabaran en una sala de urgencias con una hipodérmica colgando del brazo o que arrastraran su leyenda por los escenarios, estaban allí, con un Wembley Arena a reventar que coreaban sus temas como si fueran lo último que fueran a hacer en sus vidas. 
En aquella noche para el recuerdo pensé por primera vez que Motley Crue ya no eran una banda de hair metal, ni siquiera una banda de heavy metal, eran un jodida banda de hard rock clásico, cualquier etiqueta que le quisieras poner, caía en mil pedazos cuando los veías sobre el escenario, ya eran más grandes que la vida. Y bien, seguramente nos tocará viajar, aunque ese "Final Tour" llegue a nuestro país, no es menester conformarse con una o dos fechas cercanas, se van para no volver y habrá que hartarse bien de ellos.
HASTA SIEMPRE Y GRACIAS POR VUESTRA MÚSICA!!!!!



jueves, 16 de enero de 2014

No hay dos sin tres

En los últimos meses he sido testigo de excepción de un par de hechos algo inesperados, pero esperanzadores. El escenario fue la sala Bóveda, los protagonistas, dos bandas nacionales, Angelus Apatrida y Crisix, ambos consiguieron un llenazo absoluto y ambos hicieron dos bolos demoledores. Lo inesperado no fue que realizaran tal demostración de poderío, conocíamos de sobras lo que son capaces de hacer, lo sorprendente fue ver la sala llena hasta la bandera, algo desgraciadamente no demasiado habitual en los tiempos que vivimos y menos tratándose de producto nacional, ya sabemos que nuestros musicos, vete a saber porqué, tienen que luchar el doble. Lo cierto es que fue una auténtica gozada ver el ambientazo creado por dos grupos a los que hemos visto nacer, crecer y llegar a ser dos alternativas serias en la escena metálica no ya nacional, si no internacional. Son demasiadas las veces que he visto a alguna de nuestras propuestas más rutilantes tocar para una veintena de personas, y ya era hora de ver a dos de nuestros grupos ocupar el lugar que por calidad, perseverancia y trabajo se merecen. 
Le llega el turno ahora a ´77, otro de esos combos a los que les tengo un cariño especial, presentan su tercera obra, el flamante "Maximum Rock´n´Roll", el lugar será el mismo donde semanas antes sus colegas habían triunfado, y doy por seguro que volverá a ser otra noche para el recuerdo. Han sido tantas las veces que les he visto que se me entremezclan las imágenes de varios conciertos, pero nunca, repito, nunca he salido decepcionado de ninguno de sus bolos, más bien todo lo contrario, los cabrones siempre consiguen subirme el ánimo y que acabe pensando que con bandas así el futuro del rock´n´roll está asegurado. Ya sabéis, son lo que se dice una "real fucking rock´n´roll band" sin artificios baratos, sin esa cutre pose rockera tan en boga en algunos hypes que todos conocéis, solo sudor y rock´n´roll, ni más ni menos. Dudo mucho que a estas alturas nadie que esté mínimamente metido en esta movida no los haya visto aunque sea una vez, pero si hubiera algún caso raro por ahí fuera, el próximo viernes día 24 habrá otra oportunidad de presenciar lo que probablemente sea uno de los mejores directos que puedas presenciar hoy día, así de claro y rotundo lo digo. 
Hoy mismo me preguntaban que tipo de música hacían, tan solo rock´n´roll con pelotas y corazón, pero si quieres nombres te daré unos cuantos: The Who, Chuck Berry, Kiss, Queen, AC/DC, Bo Didley, cualquier bluesman de la factoría Chess y si me apuras hasta los Stones. Como decía al principio, no me cabe la menor duda de que reventaran la sala de Poble Nou igual que hicieron con la 2 de Apolo cuando presentaron su anterior "High Decibels", ojalá entre todos aupemos a nuestras bandas a estar en el lugar que sin duda merecen. Recordad, 24 de Enero en la Sala Boveda, esa noche llegará el apocalipsis. 

martes, 14 de enero de 2014

¿Qué está pasando?

En los últimos meses me he visto en algunas situaciones digamos curiosas, que me han hecho reflexionar en lo que está pasando en el mundo del rock´n´roll en general. No hace mucho hablaba con un familiar poco dado al tema de conciertos y muy alejado del entorno rockero, me explicaba que esperaban la llegada de un amigo de fuera y que esa misma noche después de cenar asistirían al concierto de Artic Monkeys. Me sorprendió que dedicaran esa velada a ir a un concierto de rock, cuando no tenía constancia de que pudiera interesarle ni la banda ni el estilo que practicaban, por lo que le comenté: "No sabía que te gustara el grupo", a lo que me contestó: "No me gustan, de hecho no sé ni lo que hacen, pero dicen que puede ser un gran espectáculo". Estaba claro que para él el show de Arctic Monkeys era como ir a ver un partido del Barça o presenciar un espectaculo del Circ Du Solei, un entretenimiento más en el que poco importa si la banda te gusta o no. Simplemente algunos conciertos de rock se han convertido en una alternativa más, puedes ir al cine, al teatro, a un buen restaurante o a ver AC/DC, porque amigos, no creo que las sesenta mil personas que abarrotaban el Estadi Olimpic en la última gira de los australianos, fueran amantes del grupo ni tan siquiera conocieran discos como "Powerage" o "Let There Be Rock". Recuerdo que hasta mi hermana, lo más antagonista al rock´n´roll que tengo en mi entorno, se planteó pagar el pastón de la entrada para ver a Angus destrozar su SG. Quizás hay esté la explicación de que U2 puedan llenar un Camp Nou o Springsteen arrase venga una o cien veces, el gran publico ha decidido que el rock mola, por lo menos algún tipo de rock. 
No hace ni un día, alguien que lo más rock que ha escuchado ha sido Maná, me decía: "Tú que estás enterado, ¿es verdad que los Rolling Stones van a volver a hacer una gira? Joder, si te enteras de si vienen me lo dices que no me los quiero perder por nada del mundo. Palabras textuales. ¿Conoce este hombre las excelencias de "Exile On Main Street"? ¿Significa "Sticky Fingers algo en su vida? Evidentemente no 
¿Se ha convertido nuestra música en un entretenimiento más para las masas? Eso parece y no me malinterpretéis, no me desagrada que una banda de rock, sea cual sea, reviente estadios por doquier, lo que me jode es que son cuatro los que se reparten el pastel y eso no repercute en que una escena underground se aproveche de ello. 
Volviendo a la banda de los hermanos Young, ¿os imagináis que sólo un 5% de esas sesenta mil personas se interesáran por algo más que ver una muñeca hinchable y reconocer "Highway To Hell" entre el repertorio? Seguramente que a bandas como Rhino Bucket o ´77 le irían mejor las cosas. No hay relevo generacional, con todos mis respetos, pero es vergonzoso que la gente prefiera ver a unos Stones octogenarios (o peor a una banda tributo) que a un potente joven combo que deja la piel ante un misero centenar de personas. 
Lo último fue que alguien me preguntara si ese logotipo tan molón (se refería al de Ramones) no era una marca de ropa, deberíais de ver su cara cuando le dije que no, que aquel sagrado escudo era una de las mejores putas bandas de la historia del rock. Que puta es esta vida a veces.

miércoles, 8 de enero de 2014

Otra batalla perdida... ¿o es ganada?

Conocí a Jordi Meya y a Richard Royuela a mediados de los noventa, ellos entonces eran redactores de Popular 1 y yo tenía un modesto fanzine con el que se apresuraron a colaborar desinteresadamente, un triunfo para mí, ya que como lector habitual del Popu, era todo un placer que dos de sus colaboradores se interesaran por tan humilde producto. Al tiempo al Sr. Meya le llegó la oportunidad de dirigir la edición española de Rocksound, una consolidada revista francesa que iba a ser lanzada en nuestro país de forma inminente, esa oferta llegaba casi a la vez que nuestra decisión de dejar de editar Zombi, nuestro modesto proyecto que nos estaba llevando al agotamiento físico y mental, así que en el mismo momento que Rocksound fue una realidad, Zombi dejaba de existir, y me acuerdo como si fuera ayer, Jordi me comentó: "Si te apetece, puedes continuar escribiendo con nosotros". Dicho y hecho, desde el primer número que estoy con ellos, si no me equivoco sólo Richard, Carles Ramirez y yo estamos desde el puto comienzo.
Desde entonces les he visto pasarlas de todos los colores, desde la conversión a Rockzone esquivando un marrón muy gordo, a esta última decisión de pasarse al digital, y aunque no estuviera de acuerdo al 100 % con la linea editorial y con algunos de los nombres encumbrados en sus páginas, hay que estar ciego para no reconocer que es una gran revista de rock´n´roll. 
Como un romántico empedernido en esto de la música, esta decisión de digitalizar su propuesta ha sacudido mis cimientos, soy de los que necesitan "lo físico", no puedo vivir sin poner mis vinilos, estudiar los libretos de los cds o ir al kiosko cada mes a comprar mis revistas favoritas, y Rockzone por razones obvias es especial, aquello es mi casa, lo considero algo muy mío y el ritual de bajar cada mes a la redacción a recoger la revista lo voy a echar de menos. Lo sé, soy un troglodita en vías de extinción, y al igual que no concibo leer un libro en una tablet o escuchar un disco en un Iphone, me va a costar mucho tener que leer a partir de ahora Rockzone en el ordenador, pero es lo que hay y la decisión, al margen de preferencias personales, está cargada de coherencia, inteligencia y sentido común. 

Los tiempos cambian y era arriesgado, por no decir suicida, aferrarse a un formato que por mucho que amemos ha sufrido una brutal transformación, renovarse o morir, y al fin y al cabo seguirán estando ahí, dando la vara con la última banda de metalcore a seguir o reivindicando a la última sensación punk. 
Sé que les irá bien, son gente capaz, testaruda, lista, trabajadora y lo que es más importante, aman esta movida, y sólo con ver la ilusión con la que encaran esta nueva y esperanzadora etapa que ahora comienzan, merece la pena haber perdido otra batalla contra estos tiempos que todo lo engullen, o como dice el enunciado, quizás se haya ganado la batalla y sea yo el jodido testarudo que no acepta unos cambios que me da mucha pereza incorporar a mi vida. Larga vida a Rockzone, muchísima suerte en estos nuevos horizontes que vais a explorar, y tener por seguro que seguiré ahí con vosotros, echando una mano en lo que pueda.

sábado, 28 de diciembre de 2013

Cosecha 2013, Un buen año, sin duda.

Se nos va otro año, y con él un montón de buena música en forma de grandes discos. No sé cuantos años llevo escuchando lo de que no salen buenas bandas ni novedades como las de antes, no sé vosotros, pero yo sigo sin dar a basto para asimilar tanto buen rock´n´roll año tras año, mes tras mes. Ya sean formaciones noveles o veteranos en muy buena forma, esto sigue muy vivo amigos, Still Alive And Well como decía la canción. Aquí os detallo algunos de mis favoritos del año que se va. Me gustaría citar otros nombres que me han ayudado a sobrellevar este 2013 de mejor manera, entre otros la vuelta a la psicodelia de Monstermagnet con "The Last Patrol", el delicioso classic rock de Statesboro Revue y su magnífico "Ramble On Privilege Creek", el hard rock de recuerdos Lizzyanos del debut de Carousel, el apocalipsis metálico de Red Fang y su "Whales And Leeches", el desenfreno black punk de Kverterlak o al tío Lemmy que volvió con el tremendo "Aftershock".

1 - Black Sabbath - "13"
 No creo que nadie esperara un disco tan sólido como "13", la vuelta tras casi dos décadas de la formación original de Black Sabbath, pero aquí está, sin Bill Ward, pero sonando tan malignos y apocalípticos como siempre. Su sonido clásico elevado a la máxima potencia con un Ozzy pletórico, un Butler como siempre en su sitio y un Iommy sencillamente abrumador. "End Of The Begining" no me la pude quitar de la cabeza en meses y lo mismo se puede decir de "Loner" o esa delicatessen titulada "Zeitgeist", un trabajo a la altura de la leyenda.

2 - Clutch - "Earth Rocker"
Contundentes, poderosos y más mediáticos, parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo para señalarlos como lo que hacía tiempo que eran: unos putos clásicos. Nadie como ellos ha mezclado de manera tan convincente el southern, el blues, el stoner, el punk y el metal y ha salido airoso de la aventura. "Earth Rocker" no es su mejor álbum, pero sí una de las mejores colecciones de bombas sonoras lanzadas este año que nos deja. Disco del mes en casi todas las publicaciones de prestigio, después de más de 25 años se les reconoce. Ya era hora.


3 - Enforcer - "Death By Fire
Los que todavía se aferran a Iron Maiden o Judas Priest para escuchar heavy metal de calidad, bien harían en chequear a estos suecos que han recogido todas esas influencias de los ochenta para parir un definitivo y estruendoso discazo de puro true heavy metal. Imposible no caer rendido ante esa energía sin limites y ese impecable decálogo de caña y melodía a partes iguales. Guitarras dobladas, riffs que te parten por la mitad,  estribillos revienta gargantas, solos estratosféricos y un cantante que canta, en definitiva: puro heavy metal in your face.

4 - Joan Jett & The Blackhearts - "Urvanished"
Como la hemos echado de menos. La mujer con más pelotas de la historia de nuestra música llevaba un tiempo en stand by, pero este año se ha apiadado de nosotros y nos ha regalado una nueva colección de temas que nos ha sabido a gloria. Su facilidad para crear melodías de otro mundo sigue intacta, e igualmente podemos decir lo mismo de sus Blackhearts, que siguen sonando como un puto puño cerrado. Uno de mis objetivos el año que viene será sin duda cazarla en directo en algún escenario. Bienvenida de nuevo Joan.


5 - Horisont - "Time Warriors"
Después de que en el anterior se les fuera la mano con la oscuridad, en esta nueva obra vuelven a recuperar su gusto por las melodías guitarreras a dos guitarras y los temas más cortos y directos. Son una de mis bandas actuales favoritas, así de claro lo digo, y lo son porque pocas composiciones he escuchado más perfectas que "Writting On The Wall" o "Backstreet". Si te gustan los Judas Priest de la primera época o el heavy rock más primigenio, son tu banda.


6 - ´77 - "Maximum Rock´n´Roll
Su directo lo conoce todo el mundo, son capaces de destrozar cualquier escenario que se les ponga por delante y en disco tampoco son mancos. Su nuevo álbum incide en ese powerage rock´n´roll crudo, deudor del blues, del hard, del high energy y de los clásicos de los cincuenta, y se muestra demoledor en un repertorio de temas tan directos como implacables. Si corre sangre por tus venas será difícil que no trempes ante cosas como "Stay Away From Water" o ese enganchoso tema titulo. Jefazos.


7 - Michael Monroe - "Horns And Halos"
El cabrón lo ha vuelto a conseguir y eso que por el camino perdió a Ginger, un importante elemento en su banda. No importa, Steve Conte continuaba al pie del cañón, y para apoyar ese sonido de guitarras criminales ficha a Dregen y listo, ya está todo preparado para lanzar al mundo una nueva masterpiece. Amar a Hanoi Rocks y todo lo que representan no me nubla el juicio, seas fan o no, es incuestionable la altisima calidad conseguida por un tipo que para mí, ya es toda una leyenda.


8 - Bottle Rockets - "Bottle Rockets/The Brooklin Side" Reedición
No me he podido resistir a lo que para mí es una de las reediciones del año. Hacía tiempo que andaban descatalogados y ahora se reeditan con un libreto que es oro puro y con, ojito, 18 temas extras entre ambos títulos. Soy de los que piensa que son una de las mejores bandas de rock americano de la historia, pioneros junto con Uncle Tupelo de lo que se llamó New Alt Country, los tipos amaban el sonido de los banjos y las mandolinas, pero tenían almas punk, y la colision de los dos mundos dio como resultado su personalisimo estilo. 


9 - Blood Ceremony - "The Eldritch Dark"
Muchas son las cosas que me atraen de Blood Ceremony: su vena ocultista, su amor por el cine de terror de serie B, la hermosa voz de la bruja Alia O´Brien, la innata elegancia de su guitarrista Sean Kennedy, esas flautas que parecen proceder del mismo infierno, la bella oscuridad que desprenden sus canciones y el hecho de que lleven tres discos y los tres sean impecables. Es escuchar "Witchwood" y pensar que este tema sí hubiese sido compuesto treinta años atrás, seguramente sería un clásico hoy en día. Una Delicia os lo aseguro.


10 - The Riff Truckers - "Healing The Soul"
Aromas de carreteras polvorientas, rock sureño, boogie desenfrenado y algo de country enguarrado, y no son de Texas ni de Tennessee, son del País Vasco y en esta su segunda entrega han dado en el centro de la diana. Aunque está mejor grabado, mejor producido, mejor tocado y definitivamente con mejores canciones, ojalá me equivoque, pero mucho me temo que estemos ante el típico discazo que pasará desapercibido. Si gustas de lo mencionado unas lineas atrás, no dudes y hazte con él, seguro que me lo agradeces.



11 - The Temperance Movement - "The Temperance Movement"
Hace tiempo que parece que en Inglaterra está pasando algo. Después de importar hypes cada vez más endebles, parece que las listas las están tomando bandas de verdad, con corazón, talento y actitud. Temperance Movement son un ejemplo de ello, se les ha comparado a Black Crowes y ciertamente poseen cierta similitud con la banda de los hermanos Robinson, pero se les nota la vena inglesa, la de verdad, la de Zeppelin, Free o tantos otros. Una de las grandes sorpresas del año.


12 - Darkthrone - " The Underground Resistance"
Cada vez más alejados del black metal pero tan cafres, cerdos y burros como siempre. Fenriz y Nocturno Culto siguen a la suya, agrandando la leyenda, convirtiendo el nombre de Darkthrone en una referencia ineludible no ya sólo del metal extremo, si no de la escena metálica en general. Dioses para los oídos acostumbrados a sus infernales odas, "The Underground Resistance" se me antoja como el disco perfecto para que gente del punk o del metal más clásico pueda adentrarse en sus satánicas majestades. 


13 - Ghost - "Infestissumam"
Amados u odiados, con los suecos no hay termino medio. Un servidor tardó en caer rendido ante Papa Emmeritus y su cohorte de demonios, pero después de este enorme álbum no puedo más que convertirme a la religión Ghost. Mezclando los conceptos de los setenta con unas cristalinas y embaucadoras melodías, es complicado, por no decir imposible, no caer de rodillas ante ellos. Quizás su propuesta te parezca ridícula e incluso te suenen blandos y previsibles, lo mismo tienes razón, pero yo pocas canciones me han enganchado tanto este año como "Per Aspera Ad Inferi" o "Ghuleh/Zombie Queen".


14 - Trouble - "The Distortion Field"
Con un nuevo cantante que ha encajado como un guante y esa alienígena pareja de guitarras, Trouble volvieron a la vida con un disco tan bueno como cualquiera de sus clásicos. Es curioso, porque escuchándolo parece mentira lo mucho que el sonido de esta banda ha influenciado a muchos de los gurús actuales, porque seamos claros, Down son enormes, pero Trouble estaban antes que ellos, mucho antes para ser justos. Su vuelta amigos, no ha podido ser más poderosa.



15 - Saturna - "Ignis"
Los catalanes nos sorprendieron con un disco de debut tremendo y ahora ya no nos han sorprendido tanto, los conocemos de sobras, pero tampoco nos esperábamos que se superaran de esta manera. Rozando el metal en algunos momentos, su stoner plagado de recuerdos de gigantes como Sleep, Saint Vitus o Black Sabbath, no tiene que envidiar a nadie que se les ponga por delante. Si pasan por tu ciudad, dales una oportunidad.